Néstor Hugo Vargas, comerciante de Washington, tiene recuerdos de su niñez y semanalmente visita la tumba de Valdez.
En Coronel Moldes recuerdan al Indio Valdez, sobreviviente de tolderías de la localidad. Una persona que superó los 100 años y murió succionado por un tren en Washington.
En Moldes tiene una calle y su tumba se encuentra en Washington. La memoria colectiva de los habitantes de más edad en la zona también lo tiene presente.
Muchas historias existen sobre este hombre que vivía errante y de la caridad, y que cuando tomaba un poco de vino recordaba feroces peleas que quedaron como documento en su cuerpo lleno de cicatrices. Esa rusticidad hizo que pese a vivir al aire libre no sufriera ni un resfrío.
Néstor Hugo Vargas, comerciante de la localidad de Washington, en el límite sur del departamento Río Cuarto, tiene recuerdos de su niñez y semanalmente visita la tumba de Valdez.
Este vecino memorioso negó en diálogo con LV16 que el indio haya sido conflictivo. La muerte lo sorprendió accidentalmente cuando tenía unos 106 años, por estar al costado de las vías, donde pasaba la recordada formación de pasajeros El Cuyano, que desarrollaba 110 kilómetros por hora.