Un grupo de conservacionistas está trabajando para evitar la extinción silenciosa de las jirafas.
Un grupo de jirafas reticuladas pastando en el Namunyak Consevancy en el norte de Kenia. Hasta hace poco, los científicos creían que había una sola especie de jirafas y varias subespecies. Pero las investigaciones recientes sugieren que las especies serían cuatro: la jirafa reticulada, la jirafa del sur, la jirafa masai y la jirafa del norte. Las jirafas reticuladas cuentan con menos de 8700 ejemplares, y son una de las especies de mamíferos más amenazadas en todo el mundo.
Los investigadores colocan un pequeño localizador satelital que funciona con energía solar en los osiconos (estructuras parecidas a cuernos en la cabeza de las jirafas) en Loisaba Wildlife Conservancy. Estos localizadores GPS obtendrán información vital sobre los hábitats preferidos de las jirafas reticuladas y las áreas en las que viven, entre otros datos.
Luego de colocarle un pequeño localizador GPS, liberan a esta jirafa, en Loisaba Wildlife Conservancy. Esta laboriosa iniciativa se ha puesto en marcha para obtener datos fundamentales sobre la dinámica de estas criaturas.
Los científicos colocan los pequeños localizadores satelitales que funcionan con energía solar en los osiconos (estructuras sobre la cabeza de la jirafa, similares a unos cuernos), en Loisaba Wildlife Conservancy.
Los científicos pusieron localizadores a un total de 11 jirafas en Loisaba Wildlife Conservancy y en Leparua Community Conservancy.
Se cree que la disminución en el número de ejemplares de jirafas es consecuencia de la fragmentación y la pérdida de hábitat, y de la caza furtiva.