Una vieja lancha motora abandonada sobresale del barro agrietado como una lápida gigante. Su epitafio podría decir: "aquí yacían las aguas del lago Mead". Una severa sequía y la demanda hídrica de 40 millones de personas que a lo largo de 7 estados están secando el río Colorado, ha provocado que el embalse más grande de Estados Unidos se encuentre en niveles mínimos históricos.
Además, la sequía extrema que está afectando a una buena parte del oeste del país, se ha visto agravada por el cambio climático. La temporada de incendios forestales también se ha vuelto más larga y las llamas más intensas; las temperaturas abrasadoras han batido récords y los lagos se están marchitando dando lugar a escenas como la recogida por esta fotografía, en la que lanchas, barcos y casas flotantes yacen varados en el lecho del río.