Lo aseguraron fuentes judiciales a la agencia Télam. Peritos de Gendarmería nacional investigarán si se trata de huesos humanos y si una calza encontrada sería de la menor.
Los rastrillajes de búsqueda de Guadalupe Belén Lucero Cialone, la niña de 5 años que desapareció el 14 de junio de 2021 en el barrio 244 Viviendas de la capital de San Luis, realizados este martes, tuvieron como resultado el hallazgo de “una calza pequeña, de color oscuro y rajada, unas botitas número 30 y restos óseos quemados, que aún no se estableció si son humanos”, informaron hoy a Télam fuentes judiciales.
"Ayer trabajaron 2 cuadrillas de 50 y 50 gendarmes que se iban alternando. Hay algunos perros de la Policía Federal, más 4 antropólogos, biólogos y geólogos", indicaron las fuentes, que precisaron que en total participaron "unos 200 efectivos". A ese equipo suman fuerzas de la Policía provincial.
Durante el operativ, que fue ordenado por la Justicia Federal, a diez meses de la desaparición de Guadalupe, "se rastrillaron 26 hectáreas donde se encontraron unas calzas pequeñas, rajadas y oscuras que hoy serán acercadas a la mamá, Yamila Cialone, para ver si las reconoce", agregaron las fuentes.
Las prendas “no estaban enterradas, solo entre la maleza y gastadas por el paso del tiempo”, afirmaron, y precisaron que al hallazgo se suman “unas botitas número 30 que no serían del talle de la nena, así que por el momento no las exhibirán”.
“Finalmente, se recolectaron unos huesos quemados, que la gente de antropología empezó a analizar hoy para saber si son humanos o no”, apuntaron sobre los rastrillajes que se extendieron hasta ayer a las 18 horas.
El fiscal federal Cristian Rachid ratificó que hay “un sinnúmero de medidas en curso”, que por el momento no serán reveladas, aunque redundó que los rastrillajes se enfocan en las líneas de investigación que apuntan a un posible secuestro de la niña y un accidente, esto último a raíz de lo que habría dicho una niña a psicólogos, testimonio que se logró a través de actividades de juego.
La menor, que padece un retraso madurativo, “habría regresado el día de la desaparición de Guadalupe con la ropa embarrada y restos de pasto en la cabeza, reproduciendo una versión poco entendible sobre la niña desaparecida, por la que se infiere la posibilidad de un accidente en un juego entre ellas”, según fuentes vinculadas a la causa.
Los nuevos rastrillajes fueron ordenados por la Justicia Federal, que se encuentra a cargo de la causa desde diciembre del 2021, luego de que la Justicia provincial declinara de continuar investigando y ante la presunción de que se podría estar ante delitos de órbita federal.